Tic-Tac. Tic-Tac.
Tic-Tac. Tic-Tac. Tic-Tac…
Sonido tan familiar que en mi oído se aloja, que cae y sube como
bailarina en medio de un in crescendo
y sutilmente susurra dulces cosas a mi imaginación, que dispone de ira y dolor.
Manecillas del reloj que ahora danzan como prófugas de un destino fatuo, que se
esconde o disfraza de un ser afamado como es el olvido que entre roces de sus
brazos he despertado y vivido.
Dulces notas que producen su tosco mecanismo al que están hecho
esclavas, pienso que ya es inútil que sigan rotando como lo hacen niños
jugando, el tiempo no es obstáculo para mi, más que sin él es mejor vivir, pues
si les confieso, todos nos volvemos esclavos y regimos nuestros destino a su
conveniencia y como él dice, mas nunca tomamos nuestro camino y dejamos que el
siga por otro, atormentando tu pesar y advirtiendo que una vez más estas solo
en tu camino.
Tic-Tac. Tic-Tac.
Tic-Tac…
Giren todo lo que quieran manecillas que dirige un hombre que alguna vez
se le ocurrió la idea de que la vida se debe llevar un ritmo, cuánto dura lo
que vives, si es bueno o malo, si se puede soñar o no, alguien un día las
inventó pues otro hombre le dijo a su padre que las hiciera para ser esclavas
de un patrón anónimo, de un patrón invisible que no es si más que un tiempo
perdido, que un sentimiento no correspondido.
Si, las miró fijamente esperando ver cuando se quieran detener y salir
corriendo afuera en busca de la libertad, como yo quise hacer un día pero que
por cobardía no pude hacer.
Tic-Tac. Tic-Tac…
Ya se alejan de mi su sucinto repicar, poco a poco se van desvaneciendo
su hechizo hipnótico que alejó el mundo de mi, que si alguna vez quise mirar
afuera y ver que no daba vueltas como ustedes hoy, y aun así olvido que alguna
vez las conocí cuando las compré en aquel sitio que ya no me acuerdo que sé que
pague algún dinero por ustedes pero que muy mal agradecidos fueron ustedes
conmigo, simplemente dejándome en el olvido.
Tic-Tac…
Se acerca el final de su historia, ya son muy pocas las veces que suena
su repique en mi cabeza, solo oigo el repique de mi frio corazón, les agradezco
que me acompañaran cuando nunca se los pedí, les agradezco que me hablaran
cuando no les pedí que me cruzaran palabra alguna, gracias por hacerme ver cuán
esclavo soy del tiempo, aunque nunca se los agradecí…
Tic…
Simple y corto. Sin sonido y con paz. Se fueron para nunca quedarse. Se
quedaron en mi mente que muy pronto las olvidará. Serán recuerdo de tiempos que
nunca pasaron. Serán largos juguetes en un lugar llamado NADA. Su destino es
seguir adelante, sin mis pensamientos egoístas. Dejen de engañarme, pues se han
ido. Realmente se han ido…
¿Les doy otra vez cuerda? Muy bien les daré un poco mas de cuerda…
…
¿Por qué ya no reaccionan? No se pueden haber quedado sin vida inútiles
manecillas del reloj, ustedes son lo que yo mas quiero, ustedes son lo único
que me mantiene con recuerdos que olvido tan pronto como vienen, simplemente
vuelvan a girar pues nunca las olvidaré inútiles manecillas de reloj.
Tic-Tac. Tic-Tac.
Tic-Tac. Tic-Tac. Tic-Tac…
Sonido tan familiar que en mi oído se aloja…