Cuando Los Relojes Marcan Las Doce

¿Dónde se cuecen los sueños del dios dormido? Cantaré canciones de versos ancestrales en medio de la cacofonía de la vida, que ahuyenta, destruye las inmediaciones de todo este espacio etéreo que me rodea. El ciclo del reloj no se detiene, corre descontrolado... esa es tu misión: Vivir conmigo el momento cuando el Reloj Marca las Doce.

domingo, 8 de febrero de 2015

Inutiles Manecillas de Reloj


Tic-Tac. Tic-Tac. Tic-Tac. Tic-Tac. Tic-Tac…
Sonido tan familiar que en mi oído se aloja, que cae y sube como bailarina en medio de un in crescendo y sutilmente susurra dulces cosas a mi imaginación, que dispone de ira y dolor. Manecillas del reloj que ahora danzan como prófugas de un destino fatuo, que se esconde o disfraza de un ser afamado como es el olvido que entre roces de sus brazos he despertado y vivido.
Dulces notas que producen su tosco mecanismo al que están hecho esclavas, pienso que ya es inútil que sigan rotando como lo hacen niños jugando, el tiempo no es obstáculo para mi, más que sin él es mejor vivir, pues si les confieso, todos nos volvemos esclavos y regimos nuestros destino a su conveniencia y como él dice, mas nunca tomamos nuestro camino y dejamos que el siga por otro, atormentando tu pesar y advirtiendo que una vez más estas solo en tu camino.

Tic-Tac. Tic-Tac. Tic-Tac…
Giren todo lo que quieran manecillas que dirige un hombre que alguna vez se le ocurrió la idea de que la vida se debe llevar un ritmo, cuánto dura lo que vives, si es bueno o malo, si se puede soñar o no, alguien un día las inventó pues otro hombre le dijo a su padre que las hiciera para ser esclavas de un patrón anónimo, de un patrón invisible que no es si más que un tiempo perdido, que un sentimiento no correspondido.
Si, las miró fijamente esperando ver cuando se quieran detener y salir corriendo afuera en busca de la libertad, como yo quise hacer un día pero que por cobardía no pude hacer.

Tic-Tac. Tic-Tac…
Ya se alejan de mi su sucinto repicar, poco a poco se van desvaneciendo su hechizo hipnótico que alejó el mundo de mi, que si alguna vez quise mirar afuera y ver que no daba vueltas como ustedes hoy, y aun así olvido que alguna vez las conocí cuando las compré en aquel sitio que ya no me acuerdo que sé que pague algún dinero por ustedes pero que muy mal agradecidos fueron ustedes conmigo, simplemente dejándome en el olvido.

Tic-Tac…
Se acerca el final de su historia, ya son muy pocas las veces que suena su repique en mi cabeza, solo oigo el repique de mi frio corazón, les agradezco que me acompañaran cuando nunca se los pedí, les agradezco que me hablaran cuando no les pedí que me cruzaran palabra alguna, gracias por hacerme ver cuán esclavo soy del tiempo, aunque nunca se los agradecí…
Tic…
Simple y corto. Sin sonido y con paz. Se fueron para nunca quedarse. Se quedaron en mi mente que muy pronto las olvidará. Serán recuerdo de tiempos que nunca pasaron. Serán largos juguetes en un lugar llamado NADA. Su destino es seguir adelante, sin mis pensamientos egoístas. Dejen de engañarme, pues se han ido. Realmente se han ido…
¿Les doy otra vez cuerda? Muy bien les daré un poco mas de cuerda…
¿Por qué ya no reaccionan? No se pueden haber quedado sin vida inútiles manecillas del reloj, ustedes son lo que yo mas quiero, ustedes son lo único que me mantiene con recuerdos que olvido tan pronto como vienen, simplemente vuelvan a girar pues nunca las olvidaré inútiles manecillas de reloj.
Tic-Tac. Tic-Tac. Tic-Tac. Tic-Tac. Tic-Tac…
Sonido tan familiar que en mi oído se aloja…

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