Cuando Los Relojes Marcan Las Doce

¿Dónde se cuecen los sueños del dios dormido? Cantaré canciones de versos ancestrales en medio de la cacofonía de la vida, que ahuyenta, destruye las inmediaciones de todo este espacio etéreo que me rodea. El ciclo del reloj no se detiene, corre descontrolado... esa es tu misión: Vivir conmigo el momento cuando el Reloj Marca las Doce.

miércoles, 28 de agosto de 2013

Mil Lunas Llenas

I

Mil lunas llenas en un desierto olvidado
Tan odiado, tan abandonado.

Son blancas perlas del cielo atónito
Cielo que durante años morir ha querido.

II

Sombras de viejos demonios
Surcan en un valle de luz para lo copioso.

El harén de los deseos, el halo de luz oscura
El sol rinde culto y adora a la luna.

III

La locura de dulces besos
De señora nuestra y de los deseos.

¡Oh! Diosa del gran firmamento estrellado
Ya un camino al amor has hallado.

IV

Te cuento esta fábula de besos
Y de amor de mas de un deseo.

Te amo, lo sabes
Te fuiste de mi lado, la sabes.

V

Y esperaré hasta que mil lunas pasen
En vano de tiempo que solo al regarse

Esparcen agridulces lágrimas de decepción

Jamás seré el elegido pero siempre seré tu última elección.

Un Asesino Muy Silencioso

I

Clara noche del reproche
Donde los sueños del amor han pasado de derroche
Parado frente a ti
Al sonreír te veo ir
Pues tú no me ves
Pues tú no crees
Que el asesino de mil anochecidas
Se cuela en tu vista
Para robar simplemente tu vida
Cuando ya esta se vea desvanecida.

II

Soy un amigo, un soñador
Un amor que por ti murió
Y hoy la niña viste su vestido pintado
De locura, de espanto
Cuando al anochecer vea el dolor enrojecer

III

Me inoculo en tu vena
La alegría es tu pena
Y la muerte a mi ventana grita
Que la vida yo te la quitaría.

IV

Rojo atardecer
De alegría y placer
Esta noche te haré mía

Cuando te robé el alma un día.

Carta Del Jugador Eterno

Coro; 23/07/2012 Hora: 12:04 a.m.

En si no se que decir…

En mi posición es difícil hablar acerca de muchas cosas… un jugador eterno que ver perdida la partida, que ha perdido su amor, que ha perdido su sueño. Son muchas cosas que decir y tan poco el papel y todo para poder decírtelo… Una amiga, una hermana. Un sentimiento no correspondido.

Nuestros destinos se separan ya, como lo hace el aceite y el agua. El futuro se ve incierto pero con una luz de “ya, es hora de seguir”. Jugué, juego y seguiré jugándomelas con la vida para sobrevivir porque simplemente no puedo desistir de mi intento de seguir y no caer y dejar de intentar. Una carta no transmite lo que sería una conversación como las de antes, como aquellos recuerdos que tristemente me parecen de otra vida.

Te extraño, es cierto. Te quiero, lo acepto.

Tardo para escribir línea por línea pues es difícil figurar una composición perfecta, algo que valga la pena.
Se que muchas veces he sido impertinente, frío, soñador, iluso y en si, alguien que nació para caminar por la vida solo. Jugándome toda oportunidad de vivir y vivir para no morir en vida y dejar todo como sigue aun.
El mañana se ve distante a ti, lejos de lo que un día vivimos, la gracia que creí un día tener. Si me he de acordar de ti será en lo que me enseñaste luego de todo. Pero sin embargo, la amnesia de los años y del corazón ha hecho que me olvide de lo que un día representaste para mi, dolorosamente tocó vivir en un nuevo mundo que nunca creí estar.

Te extraño, es cierto. Te quiero, lo acepto.

Pensarás que todo es adornado y que simplemente ya lo habrás de escuchar mucho tiempo después de esta carta, cuando crezcas y continúes con tu vida igual que yo. Ya se borraron el color de tus ojos, tu humor negro y tu simpático modo de ser, aun no sé por qué. El pasar de los días me trajeron nuevas experiencias, nuevas vivencias que me volvieron duro y frío.

Duele decirlo, pero perdí a la única persona que algún día habría de escucharme y consolarme, de decirte las palabras exactas para poder saber como resolver mis problemas. Y con esa persona perdí los recuerdos, lo que algún día tuve, lo perdí en el instante que te separaste de mi vida. Te extraño porque fuiste mi hermana, la que nunca me falló.

Duele decir que perdí tu mirada, pues se volvió distante y traspasaba mi humanidad, donde solo se cruzaban en el momento del cual solo se entrelazaban dos líneas de palabras y luego… la nada.

Soy el jugador eterno, soy el que vive por siempre, soy el soñador eterno, soy el creador eterno.

Un día jugué a por ti, por tu sonrisa, por tu amor y lo sabes. Y ese sucio y erróneo juego te hizo una completa extraña para mí y el dolor se hizo conmigo porque simplemente te hiciste una figura de mi pasado. Me duele que nada sea como antes, me duele que nada sea como cuando eramos amigos, me duele el no poderte abrazar como antes y sé que ya eso es algo que nunca pasará porque sencillamente nuestros destinos ya se separaron y muchas veces se encontraron hipócritamente y de forma intrincada.

El jugador eterno juega un nuevo juego: El SEGUIR. A pesar de los tropiezos los errores y lo que algún día dije que no iba a vivir se hizo con mi realidad, y el juego del amor ha terminado porque he herido a mas de una persona y hoy por hoy me arrepiento de todo corazón haber herido a alguien muy especial que es nueva en mi vida. Por lo que…

Lamento si te hice daño. Lamento si te hice pasar algún momento de incomodidad. Lamento si por ser humano me equivoqué con lo que viví y creer tener algo que nunca estaría a mi alcance. Lamento ser alguien ya desconocido para ti. Lamento los días, las noches, las tardes que tuviste que escuchar mi insípida vida pero eras la única que podía ayudarme. Lamento si te herí en algún momento. En fin, lamento todo cuanto hice, me siento arrepentido y redimido. Lo siento.


Y el jugador eterno se despide de ti, se despide de los recuerdos, de todo. Para SEGUIR con su vida. Recordando poco, olvidando mucho. Siguiendo con un solo recuerdo… TU como mi hermana Desde Que TE Conocí.

Lo Más Preciado Que Tengo...

Me acostumbré a vivir en esta oscuridad que me rodea. Al silencio sutil que se convirtió mi vida, a lo que no puede decirse felicidad… me acostumbré a vivir con lo que tengo.

Se podría decir que soy infeliz, que lo que rodea mi mundo no es más que…  ¿Una brujería? ¿Mi maldición por nacer? ¿Una gracia enviada por un dios que no me quiso como a otros? ¿Una razón más para vivir o una fuerte decisión para morir? Me quedé en medio de la vida que transcurre a mí alrededor, pero sin ser parte de ella, sin permanecer atenta a lo que ahora está frente mío, soy por esto ¿Indiferente? ¿Inhumana? Pienso que ahora ya no vale pensar en eso pues lo que me enseñó a respirar ahora no es mi enemigo, ahora es un aliado silencioso que aguarda como un cazador en medio del silencio que proporciona un río en medio de un bosque y así, a hurtadillas lograr obtener su presa y sin razón aparente… matarlo.

Fui débil cuando aun no entendía el por qué me encerraron en esta cárcel de huesos y por qué debo de vivir esta inútil y cruel vida, que me tienta y me retira, de un juego que ya ni se que se desarrolla frente a mis ojos. Ya mi alma se corroe por el oxido que causa el agua salada que bota mi “indiferencia” ante tanto odio y ante tanta suerte.

Quizás el mantenerme en esta oscuridad que me rodea pueda acercarme a una realidad distinta a la que tu vives y me salva de esa angustia que cada día vive la gente “normal” pues mi condición espiritual y mental ya sin ningún rasgo de haber sido corrompida me regala mas días de vida, mas sueños por los que luchar al pensar que por algún sitio (lejos de aquí) un sol renace en el transcurrir de la vida, se alza sobre el imponente cielo que ya no veo, pues un día se fue y nunca lo vi, solo supe que se marchó para que mi alma no apreciara su color, su textura y su extenso mar de emociones, en cambio, mi bóveda se resume a una espesa oscuridad que pinta a trazos grises a veces las emociones que en mi corazón se aloja cuando le escucho hablar.

Su razón de vida soy yo y con suaves toques ha hecho que conozca de a poco grandes cosas, que mientras camino en esta oscura senda pueda pintar a colores un camino de baldosas amarillas como una vez me dijo dándome el calor necesario para sobrevivir a esta oscura frialdad que me abraza para sacarme el aliento, para vaciarme de su aire que implora mi alma y que incita a pecar como alma impía y sodomiza mis sentidos por más que intento alejar esa sensación de mi alma que ahora ya no está coloreada pues él se ha ido y no ha vuelto.

Y por mas impuro que sea este momento, juro que nunca olvidaré ese beso oportuno que salvo lo que aun quedaba de mi en medio de las cenizas que pintaban mis heridas. Y como si algún dios  hubiera de recordarme.  siento la tibia sensación de sentirme confiada que aun no estoy sola que aunque él se haya ido hay alguien frente de mi que ahora toma mi mano y me dice “Ven que yo te ayudaré, no te preocupes” y en ese instante que saboreaba palabra a palabra ese sentimiento de preocupación es cuando siento que aun perdida es en esta oscuridad me encontré una vez más y sería inoportuno decir que siento que nunca me volveré a perder.

Mi alma nunca supo que fue amar, mi corazón nunca sintió el color que aportaba la lágrima de una flor, esta oscuridad me acompañará hasta el fin de mis días, siempre estará él para guiarme y nunca dejarme caer, él es: mis pasos, mis manos, mi frente, mi futuro y mi presente. Lo más preciado que tengo no es mi aspecto físico, no es mi voz, no es mi obediencia, no es nada de eso. Lo más preciado que tengo es mi alma que retumba en mi pecho que mira el cielo azul que nunca vi, que presencia como sus ojos se posan en mí,  es la que vio como frente a un altar lloró cuando de emoción colocó aquel anillo en mi dedo y fue ella quien supo decirme que esto es para la eternidad. Mis ojos nunca sirvieron, nada más para salvarme de presenciar la inmundicia humana y solo sentir, a trazos de realidad… lo más preciado para mí.

***


(Historia que una pareja formada por una joven invidente y su esposo me contaran en medio de un día en el que pensé que nadie era nada en la vida para ser feliz. El destino proporciona poco a poco lo que debemos aprender para saber vivir)

El Que Inventó Sus Sueños

Aún está grabada a fuego, en algún hueco de mi memoria, la calidez de aquel día donde las luces y las sombras de una cabeza sosegada hicieron una jugarreta al destino, una jugarreta al futuro.

Me quise ir del lugar donde estaba, pues ahora no te encuentro, ahora no te busco en ningún lado, pues solo quiero sentarme en un lado de la luna y esperar a ver si el lucero te encuentra y te trae hasta mí. Te he pensado como quien no quiere despertar de un descanso profundo de este amor que en mi corazón se vuelve incorrupto, se vuelve agua de cielo liquido.

Estoy vacío, sin sentimientos, pues tu eres mi cordura en esta locura de estar siempre sin ti, sin ti el sol no brilla en esta tormenta de olvido y tristeza en esta magna obra de dolor y melancolía, soy el que un día olvidó lo que era la vida, lo que era la cordura, lo que era real y lo que era ya un melancólico pasado.

Me vacié de toda esa agua salada que el desamor había traído a mí, como si fuera el canalla traidor que un día fui, sería Karma o sería infortunio pero del destino me vi colgado como si yo no fuera más que una pieza de un gran rompecabezas que nunca se terminaba de unir, simplemente era un fantasma el cual la vida me había convertido.

Y ya sin vida, y que de frio padece, solo necesito fotos tuyas para verte, que un beso tuyo caliente este invierno que en mi interior acontece, mi alma necesita de tu luz, de tu alma, de tu dulce agua que alimenta cada día este bandolero corazón que se llena de amor de contrabando, de dulzura de un abrazo fronterizo entre el olvido y la decepción, mi corazón se llena de un sinsabor que es estar sin ti.


Y sin embargo, hoy llegas y junto a mi te sientas, un viejo abrazo me devuelve el alma, me devuelve la vida, te soñé como estás hoy, dormida, y sin pensarlo borré la amargura de este corazón egoísta, soy el que algún día fue un esclavo sin dueño o un paria de una tierra que desterrado ahora vuelvo, como siempre con mi mirada triste y melancólica. Soy el hombre de la mirada triste, soy él que inventó sus sueños.

Postdata: Te Amo.

Aún recuerdo el día que te conocí, ese día supe que vivía. Esos rizos que poco a poco me fueron enamorando como si me hubieras hechizado, o dado de beber alguna pócima para que simplemente quisiera pender de tus ojos, de tu alma.

¿Alguna vez te mencioné que te quería? Si fui cobarde y no te lo dije, en este día te lo digo al oído mientras suavemente te conviertes en mi musa y haces que mis miedos y mis demonios desaparezcan y sencillamente haces de mí el hombre más afortunado de esta vida. Regálame de nuevo esa dulce sonrisa que me brinda un “Buen día” cada mañana, regálame ese algo que tienes y que cada día me enamora aún más.

Hoy, musa mía te pido que seas mi inspiración en el desespero de mi vida, que seas mi aliento, si algún día la deshonra me visita. Te pido que seas mi salvación cuando crea que todo está perdido, que seas mi ángel de la Eternidad cuando mis culpas y el remordimiento del orgullo me derroten. Te pido que simplemente no me dejes.

Te amo. Eres la única que, angelada, me guías y que a pasos agigantados has hecho de mí, el hombre de tu vida. Te amo. Eres la que cura poco a poco las heridas dejadas por el pasado, la lujuria y la VIDA. Te amo ¿Serás eterna? ¿Serás quien me salvará de este abismo? Mi vida apuesto a que sí.

Te amo. Eres ese “Te Quiero” que me despierta cada día, sabiendo que vivo lo más feliz  de ésta junto a ti, junto a tus ojos, junto a tu piel y a tu aroma. Te amo. Eres la que cura mis miedos y duermes a mis demonios, eres la que me hace libre, eres mi todo, por ti vivo. Te amo. Es lo único que puedo decir este día a ti.


P.D. Te Amo.

Sólo El Silencio Sabe...

Sólo el silencio sabe cuánto me costó perderte, cuánto me fui quedando en silencio mientras te ibas como velero que zarpa con rumbo al ocaso. Sólo el silencio sabe cuánto te he amado.

Aún recuerdo cuando al alba de un día le conté que te quería, que te había visto la noche pasada caminando frente a mi ventana y que la noche quedó perpleja y corta para verme pintarte a trazos delineados y perfectos, dibujar tu silueta en color carmín, tu vientre en forma de cuna y mis sueños de saberte mía en mis sueños.

Me dijo que te había visto surcar varias callejuelas cerca de mi ventana, que te había perdido pero luego encontrado, que los primeros rayos de esos días me develarían noticias tristes y si acaso, imposibles de creer… solo el silencio sabe cuánto lloré cuando te conseguí en brazos de otro, cuántas lágrimas que por orgullo se escondieron y por “pureza del alma” debí esconder en la trastienda de todo. Sólo porque el silencio sabe cuánto sufrí por no hacerte mía.


Sólo el silencio sabe cómo entre llanto y tristeza supe enfrentar la vida que llevo ahora, sin ti. Sólo el silencio sabe cuánto te he amado y cuanto te añoré hasta este día en el que juré no volverte a ver. Sólo el silencio sabe cuándo dejé de quererte y comencé a vivir.

A Través de Su Voz

A través de su voz conocí tristemente la amargura, un dulce pero áspero sentimiento que me dio la última estocada al corazón: ya no me amaba.

Me miró y sin palabras me lo dijo, era imposible saber a ciencia cierta si la corazonada que en mi corazón retumbaba,  que pedía a gritos que fuera mentira fuera real o una simple  jugarreta de mi condición de ser humano. Simplemente a través de su voz, solo escuche un ADIOS.

Recuerdo que me susurró al oído, pronunciando cada palabra como un silbido, pero el sonido parecía propagarse como fuego enardecido, como amor perdido. A través de su voz, lo supe todo y la derrota que a mi ventana se asoma y se hace de a poco un manto con mis lagrimas se ríe de mi como quien no quiere se burla de mi como quien hace bromas para reír, llora conmigo como quien ha acompañado a un hermano o amigo en un momento de dificultad.

Una lágrima rueda por mi mejilla como para poner en evidencia mi debilidad y mi tristeza, ella me abraza como si eso bastara para erradicar el sufrimiento que en mi corazón se aloja ahora, me aprieta fuerte y noto que también está llorando ¿Por mi? ¿Por ella? ¿Por quién? Simplemente no lo sé, solo nos quedamos en silencio pensando que en algún momento alguien rompería nuestro silencio a pesar que ojos curiosos nos ven esperando una reacción… pero no sucede nada. Solo eso, NADA.

Como extraño sentir su cabello, que su mirada coincida con mi alma, como extraño esa cercanía que ahora nos separa, aunque juntos estemos… se oirá mi llanto y ya ella no me secará las lagrimas con su sonrisa, ya todo eso se ha acabado, pueril idea es pensar que estaríamos juntos, que seríamos felices, que lograríamos ser lo que un día fuimos. Pero en ese momento solo sabía que sucedía una cosa… NADA.
¿Recuerdas cuando nos solíamos sentar a conversar por horas? ¿Recuerdas cuando te miré a los ojos y nerviosamente dije “Te amo”? aun yo si lo recuerdo, nunca lo hubiera hecho, y aún seguiríamos juntos como dos locos jugando a buscar la realidad donde solo había recuerdos y sueños míos que simplemente ya se han marchado para nunca más volver.


Y aún así te quiero, y aun así te amo. Se te extraña desde este lugar que se ha vuelto un NADA. Y ahora en este día gris que nos sirve de testigo, sentados oliendo el dulce olor a amaranto fresco, llega él, llega el hombre a quién amas y con una rosa entre sus manos viene a tu encuentro mientras tú me miras con ojos que muestran una tristeza que nunca vi en ti, una soledad que se había apoderado de ti. Aprietas muy fuerte mi mano, con una expresión de “Te necesito, no te vayas” pero ya es muy tarde sé que mi destino no es contigo, ni la tuya conmigo, y no te volví a ver, y lo único que rompió nuestro silencio fue cuando dije: “A través de tu voz, supe probar la derrota”.