Respiraba con dificultad indecorosa, y seguía hacia delante, sin mirar
atrás. Preguntaba y sopesaba si algún día estuviste allí, pues se veía
reflejado como si ya no hubiera esperanzas de encontrarte y de mirarte como lo
hace una estrella reflejada en un mar de sueños.
“Era lo que yo mas quería” le escuche decir algún día mientras le
resbalaban pequeños cristales transformados en lagrimas, dibujando en un camino
en su mejilla, bordeado por esa sabor salado que deja el sentimiento de haber sido
olvidado en el pasado por una persona
que te quiso, por una persona que te amó sin condición.
Siempre me sentaba junto a él a escuchar todo su lamento hecho palabras
de dulces ángeles, que vestidos de poeta se hacían con su boca un portal a esta
tierra, un singular puente a esta dimensión. Yo vi como él sufrió en silencio
por ti.
“El pasado se debe pisar, y se
debe seguir adelante” recuerdo
vagamente que algún día habría de decirle esas palabras, para que, en un
sucinto momento, hiciera acopio de fuerzas y levantara la mirada y dejara por
terminada aquel tiempo de su vida y, si
era propicio encontrar un nuevo
horizonte capaz de volverse su nuevo hogar, su nueva vida.
Y lo dejé olvidado en la barra de algún bar, lo dejé en sus memorias y
en su tristeza. Amada mía, aún recuerdo cuando dejaste a mí amigo con el
corazón partido, con los ojos cargados de soledad, con un amargo sabor en su
boca, por pueril o desasosiego, de nada ya vale recordarlo, estamos juntos tú y
yo y nada vale en el mundo más que este momento de los dos. Aun creo que le
fallé a un buen amigo, a mi mejor amigo, pues la traición en nuestro destino se
asoma y si dejarlo era nuestro camino de escape, que así fuera y que así se
consumara nuestro amor clandestino, nuestro amor atrincherado en medio de
“nuestra buena amistad” como un reflejo corrupto de nuestro destino juntos, de
tu amor y de tu locura hecha pasión.
Un día le escribí a alguien especial, que un día llamé “amigo y hermano”
pero la realidad es que simplemente él es puro pasado, alguien que nunca debió
existir en nuestra historia, querida mía. Esta carta es para alguien especial
que en algún rincón del mundo debe de esperar, el que traiciona mil veces se le
será traicionado. Buen viaje carta del olvido, espero que algún día encuentres
tu destino.
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