Cuando Los Relojes Marcan Las Doce

¿Dónde se cuecen los sueños del dios dormido? Cantaré canciones de versos ancestrales en medio de la cacofonía de la vida, que ahuyenta, destruye las inmediaciones de todo este espacio etéreo que me rodea. El ciclo del reloj no se detiene, corre descontrolado... esa es tu misión: Vivir conmigo el momento cuando el Reloj Marca las Doce.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Para Alguien Especial


Respiraba con dificultad indecorosa, y seguía hacia delante, sin mirar atrás. Preguntaba y sopesaba si algún día estuviste allí, pues se veía reflejado como si ya no hubiera esperanzas de encontrarte y de mirarte como lo hace una estrella reflejada en un mar de sueños.

“Era lo que yo mas quería” le escuche decir algún día mientras le resbalaban pequeños cristales transformados en lagrimas, dibujando en un camino en su mejilla, bordeado por esa sabor salado que deja el sentimiento de haber sido olvidado en el pasado por  una persona que te quiso, por una persona que te amó sin condición.

Siempre me sentaba junto a él a escuchar todo su lamento hecho palabras de dulces ángeles, que vestidos de poeta se hacían con su boca un portal a esta tierra, un singular puente a esta dimensión. Yo vi como él sufrió en silencio por ti.

“El pasado se debe pisar, y se debe seguir adelante” recuerdo vagamente que algún día habría de decirle esas palabras, para que, en un sucinto momento, hiciera acopio de fuerzas y levantara la mirada y dejara por terminada aquel tiempo de su vida y, si  era propicio encontrar un nuevo  horizonte capaz de volverse su nuevo hogar, su nueva vida.

Y lo dejé olvidado en la barra de algún bar, lo dejé en sus memorias y en su tristeza. Amada mía, aún recuerdo cuando dejaste a mí amigo con el corazón partido, con los ojos cargados de soledad, con un amargo sabor en su boca, por pueril o desasosiego, de nada ya vale recordarlo, estamos juntos tú y yo y nada vale en el mundo más que este momento de los dos. Aun creo que le fallé a un buen amigo, a mi mejor amigo, pues la traición en nuestro destino se asoma y si dejarlo era nuestro camino de escape, que así fuera y que así se consumara nuestro amor clandestino, nuestro amor atrincherado en medio de “nuestra buena amistad” como un reflejo corrupto de nuestro destino juntos, de tu amor y de tu locura hecha pasión.

Un día le escribí a alguien especial, que un día llamé “amigo y hermano” pero la realidad es que simplemente él es puro pasado, alguien que nunca debió existir en nuestra historia, querida mía. Esta carta es para alguien especial que en algún rincón del mundo debe de esperar, el que traiciona mil veces se le será traicionado. Buen viaje carta del olvido, espero que algún día encuentres tu destino.

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