Cuando Los Relojes Marcan Las Doce

¿Dónde se cuecen los sueños del dios dormido? Cantaré canciones de versos ancestrales en medio de la cacofonía de la vida, que ahuyenta, destruye las inmediaciones de todo este espacio etéreo que me rodea. El ciclo del reloj no se detiene, corre descontrolado... esa es tu misión: Vivir conmigo el momento cuando el Reloj Marca las Doce.

miércoles, 28 de agosto de 2013

Carta Del Jugador Eterno

Coro; 23/07/2012 Hora: 12:04 a.m.

En si no se que decir…

En mi posición es difícil hablar acerca de muchas cosas… un jugador eterno que ver perdida la partida, que ha perdido su amor, que ha perdido su sueño. Son muchas cosas que decir y tan poco el papel y todo para poder decírtelo… Una amiga, una hermana. Un sentimiento no correspondido.

Nuestros destinos se separan ya, como lo hace el aceite y el agua. El futuro se ve incierto pero con una luz de “ya, es hora de seguir”. Jugué, juego y seguiré jugándomelas con la vida para sobrevivir porque simplemente no puedo desistir de mi intento de seguir y no caer y dejar de intentar. Una carta no transmite lo que sería una conversación como las de antes, como aquellos recuerdos que tristemente me parecen de otra vida.

Te extraño, es cierto. Te quiero, lo acepto.

Tardo para escribir línea por línea pues es difícil figurar una composición perfecta, algo que valga la pena.
Se que muchas veces he sido impertinente, frío, soñador, iluso y en si, alguien que nació para caminar por la vida solo. Jugándome toda oportunidad de vivir y vivir para no morir en vida y dejar todo como sigue aun.
El mañana se ve distante a ti, lejos de lo que un día vivimos, la gracia que creí un día tener. Si me he de acordar de ti será en lo que me enseñaste luego de todo. Pero sin embargo, la amnesia de los años y del corazón ha hecho que me olvide de lo que un día representaste para mi, dolorosamente tocó vivir en un nuevo mundo que nunca creí estar.

Te extraño, es cierto. Te quiero, lo acepto.

Pensarás que todo es adornado y que simplemente ya lo habrás de escuchar mucho tiempo después de esta carta, cuando crezcas y continúes con tu vida igual que yo. Ya se borraron el color de tus ojos, tu humor negro y tu simpático modo de ser, aun no sé por qué. El pasar de los días me trajeron nuevas experiencias, nuevas vivencias que me volvieron duro y frío.

Duele decirlo, pero perdí a la única persona que algún día habría de escucharme y consolarme, de decirte las palabras exactas para poder saber como resolver mis problemas. Y con esa persona perdí los recuerdos, lo que algún día tuve, lo perdí en el instante que te separaste de mi vida. Te extraño porque fuiste mi hermana, la que nunca me falló.

Duele decir que perdí tu mirada, pues se volvió distante y traspasaba mi humanidad, donde solo se cruzaban en el momento del cual solo se entrelazaban dos líneas de palabras y luego… la nada.

Soy el jugador eterno, soy el que vive por siempre, soy el soñador eterno, soy el creador eterno.

Un día jugué a por ti, por tu sonrisa, por tu amor y lo sabes. Y ese sucio y erróneo juego te hizo una completa extraña para mí y el dolor se hizo conmigo porque simplemente te hiciste una figura de mi pasado. Me duele que nada sea como antes, me duele que nada sea como cuando eramos amigos, me duele el no poderte abrazar como antes y sé que ya eso es algo que nunca pasará porque sencillamente nuestros destinos ya se separaron y muchas veces se encontraron hipócritamente y de forma intrincada.

El jugador eterno juega un nuevo juego: El SEGUIR. A pesar de los tropiezos los errores y lo que algún día dije que no iba a vivir se hizo con mi realidad, y el juego del amor ha terminado porque he herido a mas de una persona y hoy por hoy me arrepiento de todo corazón haber herido a alguien muy especial que es nueva en mi vida. Por lo que…

Lamento si te hice daño. Lamento si te hice pasar algún momento de incomodidad. Lamento si por ser humano me equivoqué con lo que viví y creer tener algo que nunca estaría a mi alcance. Lamento ser alguien ya desconocido para ti. Lamento los días, las noches, las tardes que tuviste que escuchar mi insípida vida pero eras la única que podía ayudarme. Lamento si te herí en algún momento. En fin, lamento todo cuanto hice, me siento arrepentido y redimido. Lo siento.


Y el jugador eterno se despide de ti, se despide de los recuerdos, de todo. Para SEGUIR con su vida. Recordando poco, olvidando mucho. Siguiendo con un solo recuerdo… TU como mi hermana Desde Que TE Conocí.

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